viernes, 15 de febrero de 2013

LA EVALUACIÓN DE CENTROS

Ruiz, J. M. (2004). Como hacer una evaluación de centros educativos. Narcea S. A.
de Ediciones. Madrid.

LA EVALUACIÓN DE CENTROS

José Ma. Ruiz

En realidad, un Centro no es sino la realización simultánea de programas, orientados todos ellos, en última instancia, a la mejora de los educandos. Lo que añade el centro a los programas de los profesores no es sino la necesidad de coordinación de programas y profesores para alcanzar esa optimización a que hemos aludido, esa "acertada combinación" de los elementos.

En consecuencia, aunque en determinados contextos y para fines asimismo concretos, será necesario o conveniente una evaluación exhaustiva y detallada de múltiples aspectos, a nuestro juicio, y en el marco de la mejora continua de los Centros, siempre que los profesores o los equipos de profesores asuman con rigor la evaluación de los programas, la evaluación de los Centros podría centrarse en los marcos en que tales programas se desarrollan, de cuya forma de producirse depende en gran medida su propia eficacia.

En nuestra propuesta evaluativa de programas, como veremos posteriormente en el segundo de los momentos relativo a la evaluación de su proceso de aplicación, destacábamos dos dimensiones diferentes y complementarias: la ejecución del programa y el marco en que se lleva a cabo, marco que no es sino el Centro Escolar:

Cuando hablamos de evaluación de Centros aludimos a estas características:

1. Cada Centro tiene una historia propia e irrepetible, lo que nos hace centramos en su contexto.
2. Atendemos a la calidad de procesos, pues nuestro objetivo no sólo es la comparación de resultados (nivel del centro respecto a otro).
3. La participación de todos los componentes del centro es básica, sus aportaciones son la base de la interpretación de lo que sucede en el Centro.
4. Debemos contrastar métodos, ya que estamos ante fenómenos complejos que no se captan sólo con instrumentos de una clase (bien cualitativos, bien cuantitativos).
5. No podemos quedamos en simples números, si utilizamos diferentes métodos, tendremos diferentes datos. La simplificación hace más fácil nuestra labor y la comprensión de los resultados, pero a la vez puede producir más errores.
6. Se entiende el centro como 'unidad funcional", incluso si estamos realizando una evaluación parcial, pues la explicación vendrá determinada por la globalidad de factores que forman parte de la entidad.
7. No pretende quedarse en mera valoración, pretende fomentar el diálogo y la investigación sobre la educación y la enseñanza, por lo tanto debe ser educativa.
8. Como podemos apreciar en esta evaluación, intervienen agentes externos e internos, y de esta manera no afecta solamente al Centro evaluado, ya que se puede aprender de estas experiencias de cara a otras instituciones educativas.

Por ello nuestra propuesta evaluativa será relativamente sencilla aunque haremos alusión a propuestas más complejas y a instrumentos disponibles con una mayor cantidad de elementos integrantes.
Evaluación interna

'los maestros y la escuela son siempre autoevaluables y tienen la preparación y el conocimiento para describir y analizar sus propias políticas "Simons. 1981).
La autoevaluación tiene su base en preguntas que los propios actores/personajes/participantes de los Centros educativos se hacen: ¿Hay coherencia entre lo que hacemos y lo que nos proponemos? ¿Se está consiguiendo lo que proponíamos? ¿Por qué? El problema de que todavía no sea una práctica común está en la escasa o nula concepción del trabajo colectivo en los centros, cada profesor actúa en su aula y se preocupa casi en exclusiva, en términos evaluativos, de la evaluación/valoración
del aprendizaje de sus alumnos.

Está claro, que esta autoevaluación puede ser total o centrarse en aspectos muy concretos del Centro, pero siempre teniendo en cuenta la complejidad del centro, ya que no se puede, como hemos dicho anteriormente, encontrar significado a una parte sin ubicada en un todo.

El tiempo de dedicación es el primer problema a este avance que pretenden los centros. Los miembros del Centro capacitados para llevar a cabo la autoevaluación no disponen del tiempo necesario para realizar esta tarea. La opción del voluntariado puede terminar desvirtuando la acción, se deberá por tanto articular alguna forma de liberación para las personas que se encarguen de este cometido. A la hora de realizar una autoevaluación debemos tener cuidado con la familiaridad, cercanía, de los agentes que van a llevada a cabo, ya que a la vez que produce mayores facilidades en el análisis de los procesos/situaciones puede llegar esta autoevaluación a ser una mera justificación de lo que están haciendo, cómo lo están haciendo y por qué lo están haciendo.

Para Santos Guerra (993) existen problemas que frenan los proyectos de autoevaluación:

Carácter individualista de la función docente. El aula es la célula donde cada profesor es el único adulto y nadie puede decide cómo hacer las cosas.
Resistencia de algunos profesores a la ruptura de su intimidad.
"No conviene forzar a nadie a ser objeto de evaluación, de hacerlo, se perdería, a priori toda la eficacia de la misma (autoevaluación) en su potencialidad de transformación y cambio" (Santos Guerra, 1993).
Escasa motivación profesional. La falta de colaboración y continuo martilleo de sus compañeros en cuanto a la inutilidad y pérdida de tiempo (no  remunerado) de la acción, frente al aliciente de la mejora profesional hace difícil, el iniciar, continuar o finalizar el proceso.
Limitación de tiempo. El profesorado no dispone de horas libres/liberadas para la autoevaluación, y además "la mayoría de los profesores piensan que no tienen el suficiente tiempo para comprometerse con esta actividad 'adicional', y muy pocos son los que están preparados para darle prioridad, especialmente, como pasa a menudo, o hay compromiso firme, por parte de la jerarquía escolar de considerar los resultados" (Simons, 1981).
Falta de formación técnica. Provocado por la carencia de preparación pedagógica inicial. La Escuela ayuda, pero simplemente de una manera material. Debe realizarse una oferta formativa desde niveles superiores.
Ocultación de los problemas sustantivos. Los problemas generales, que afectan a la funcionalidad del Centro se ocultan, pero "cada uno afronta su problema, su actividad, haciéndose culpable de los errores y limitaciones y acreedor de todos los éxitos, instalándose en explicaciones poco rigurosas, tendentes a mantener la estructura básica.
Así, el débil tiene miedo y el fuerte pretende solucionarlo todo por su cuenta" (Santos Guerra,  1993).

Podríamos decir que los tres grandes focos que pueden dificultar la autoevaluación son la jerarquía/autoridad/poder por niveles, la territorialidad y el siguiente reducto del profesor individual, la privacidad.

PRINCIPALES VARIABLES PARA LA EVALUACIÓN INTERNA DE LOS CENTROS
EDUCATIVOS
• Con los presupuestos anteriores parece correcto mantener que la evaluación de Centros puede organizarse en tomo a cinco grandes macrovariables:
el Proyecto Educativo, la organización, el clima escolar, los medios o recursos y la Comunidad Educativa; ello no obstante, y dado el carácter condicionante del contexto o marco en que el Centro se ubica, conviene también tomarlo en consideración y como punto de referencia.

El contexto o ambiente como marco para la evaluación
Es 
preciso indicar la conveniencia de tener siempre como elemento de referencia el contexto en que el Centro se encuentra ubicado. El contexto, en efecto, aparte de ser una fuente de' demandas y una oferta de posibilidades, es el marco natural de inserción del alumnado y el ambiente que complementa la acción que familia y centro asumen con mayor responsabilidad.
El Proyecto Educativo
El Centro Educativo es una compleja organización al servicio de un proyecto común, fruto de la elaboración, aceptación y compromiso de sus miembros.
El análisis de las tres grandes dimensiones de calidad: totalidad, integralidad y adecuación, así como el modo de formalizar el proyecto, y el grado de apoyo, efectivo compromiso otorgado por la Comunidad Educativa, son los aspectos que deben ser analizados en este punto.

La apreciación de armonía entre las partes y de coherencia de planteamientos entre cursos, ciclos, niveles, etapas educativas, así como de éstas con las necesidades del mundo del trabajo en particular y de la vida adulta en general, contempla este primer apartado.

Un elemento más a considerar es el relativo a la configuración de las señas de identidad del Centro, acordes con el personal que lo integra y con el marco social al que se pretende servir.

La
organización
El Centro como unidad es la adecuada combinación de todos los elementos personales, materiales y funcionales, al servicio de las metas educativas. La organización es, justamente, la forma de articular esa combinación de elementos.

Los aspectos fundamentales que deben ser analizados tienen que ver con:

- El sistema de dirección, más o menos autoritaria o participativa.
- La forma de afrontar la solución de conflictos entre el personal.
- La moral de grupo, de confianza en el éxito.
- El apoyo, el estímulo y el reconocimiento por parte de la dirección al trabajo, necesidades y demandas del personal.
- La implicación afectiva de los diferentes estamentos de la Comunidad Educativa.
- Los niveles de coordinación del personal.
- Los procesos y formas de agrupamiento de alumnos y profesores.
- El trabajo efectivamente cooperativo, de conformidad con propuestas como las denominadas de
currículo de calidad.
- Los sistemas de asignación de responsabilidades, medios espacios y recursos.
- La incorporación de estructuras de mejora, tales como el sistema de evaluación de alumnos, programas y Centros.
- El estímulo planificado, y consistentemente desarrollado, hacia el perfeccionamiento del profesorado.
Vale la pena recordar que la dimensión del liderazgo aparece reiteradamente como una variable de eficacia escolar en función de su aportación a la organización, la unidad y la coordinación de esfuerzos al servicio de un proyecto unitario y común.

El medio o clima escolar
Bien como una dimensión diferenciada, bien como una resultante, al menos en parte, de la organización del Centro, aparece el
clima escolar como una variable digna de ser analizada, tanto por ser un medio facilitador/obstaculizador de los resultados cuanto por contribuir él mismo a los efectivos logros del Centro.

Se consideran aspectos humanos fundamentales para el análisis y valoración los siguientes:

- Las relaciones humanas de todos los estamentos del Centro, entre sí y con los demás.
- El orden y el respeto mutuos, que hagan posible la maximización del tiempo útil de aprendizaje.
- El sistema disciplinar: su elaboración más o menos participativa y su aplicación consistente.
- El ejercicio pedagógico del tratamiento de la indisciplina.
- El tipo de relaciones entre el personal: competitivas o individua listas.
- Los valores efectivamente vividos en el Centro.
- El clima de expectativas elevadas de cara a los niveles personalizados de rendimiento.
- La confianza en el éxito.
- La satisfacción por el propio trabajo.

Los medios: espacios y recursos
No parece que la investigación haya encontrado de modo consistente a esta variable como incidente en la eficacia, pero ello tal vez sea o porque habitualmente los Centros tienen cubiertas las necesidades mínimas o/y porque su influencia queda subsumida en otras de mayor importancia.

Con todo, el contar con los espacios y los recursos mínimos en cada caso, la asignación de unos y otros de acuerdo con criterios preespecíficados, y el logro de la adecuada coordinación para evitar fricciones y enfrentamientos, parece de especial importancia.

La Comunidad Educativa
Al tratarse de Centros no universitarios, por tanto encargados de las etapas con mayor incidencia en los aspectos formativos, no sólo informativos, la participación de todos los componentes de la Comunidad Educativa potencia la eficacia; por otra parte, la incardinación del Centro en la comunidad hace más factible la vivencia de determinados valores sociales a la vez que proporciona recursos imposibles para los Centros aislados, carentes de tal cooperación.

Naturalmente, aparte de estas variables como tal, la participación de los padres y de los alumnos en el gobierno de los Centros y en la planificación de su actividad educativa puede situarse dentro de la macrovariable organización.

Los aspectos fundamentales que pueden ser analizados se refieren a temas como los siguientes:

- Presencia del Centro en la comunidad: participación en actividades sociales, difusión de sus producciones.
- Apertura del Centro a la comunidad: ofrecimiento de sus instalaciones, organización de actividades abiertas.
- Invitación a miembros de la comunidad para que aporten sus conocimientos, habilidades y formación al servicio del perfeccionamiento de su personal.
- Propuestas y proyectos de mejora de la comunidad.

Papel central del profesorado
Una consideración especial merece el profesorado, ya que es quien, en ocasiones a título individual, en otras y preferentemente en equipos de trabajo, ha de hacer realidad la mayoría de los aspectos considerados en el apartado anterior.

Si bien la dirección en cuanto tal ha de ejercer un liderazgo y asumir funciones de estímulo, apoyo, reconocimiento, coordinación, etc., al profesorado le incumbe el logro efectivo del clima escolar, el ejercicio de la docencia, el estímulo y la motivación de sus alumnos, la planificación de la enseñanza, la actuación como mediador en los procesos de aprendizaje, la asunción de su sistema evaluativo orientado a la mejora de sus alumnos y la suya propia...

El Centro como unidad, eso sí, potenciará, inhibirá o reducirá los efectos positivos de su actuación en la medida en que ésta sea coherente con los planteamientos generales, se ejecute en contra de los mismos o se lleve a cabo de modo independiente.

ESTRATEGIAS PARA LA EVALUACIÓN INTERNA DE CENTROS EDUCATIVOS
El Centro Escolar suele funcionar realizando sólo la evaluación de los alumnos. Por una parte, no parece razonable atribuir todo el éxito o el fracaso de la evaluación de los alumnos al esfuerzo, capacidad o interés de éstos. En el éxito o el fracaso de los alumnos existe una parte importante atribuible a otros factores o elementos: sistema educativo, acción del Centro, trabajo del profesor, influencia de los compañeros... Por una parte, hay otros aspectos que deben ser evaluados y que no se recogen en la evaluación de alumnos: el currículo oculto de la institución, los efectos secundarios que produce la acción educativa en las escuelas, los medios de que se dispone para desarrollar la actividad, etc.

El Equipo Directivo no sólo es el Coordinador de la planificación y de la intervención, sino que también ha de serio, por lógica, de la evaluación. El Centro Escolar puede considerarse como la unidad funcional de planificación, acción, evaluación y cambio educativo.

Tradicionalmente se ha tomado la actividad que el profesor realiza en el aula como la unidad sustancial de la intervención educativa.

El Equipo Directivo, como dinamizador de la vida del Centro, debe impulsar una reflexión permanente y compartida sobre la acción educativa que se realiza en el mismo.

Esta reflexión compartida (Santos Guerra, 1993):
- No es una amenaza,
- No es una fiscalización.
- No es un juicio.
- No es una intromisión.
- No es una descalificación,
- No es una imposición.

Esta reflexión:
- Es un diálogo.
- Es un encuentro.
- Es una comprobación.
- Es un diagnóstico.
- Es un intercambio.
- Es una ayuda.

La evaluación es, en efecto, una parte sustancial de la acción emprendida (Elliott, 1983; Martín, 1988). No es un aditamento, un añadido, un adorno, un apéndice o un entrenamiento. La evaluación no es proceso que se realiza si queda tiempo, si se encuentran facilidades para la acción. La evaluación interna es una exigencia de la propia actividad. Resulta lamentable que los Centros escolares vivanindependientemente de su éxito. Hablaremos de la evaluación interna, aunque no descartamos la ayuda externa cuando se realiza a raíz de la demanda del propio Centro. La evaluación interna resulta importante porque:

- Permite reflexionar sobre lo que se hace.
- Facilita la coordinación vertical y horizontal.
- Ayuda a comprender lo que sucede.
- Impulsa el diálogo y la participación.
- Permite tomar decisiones racionales.
- Impide los solapamientos.
- Ayuda a incidir sobre lo que se considera sustancial.
- Permite corregir los errores.
- Ayuda a intensificar el esfuerzo en lo esencial.
- Permite aprender nuevas cosas.
- Hace ganar coherencia al Equipo Docente.
- Se convierte en un ejemplo para los alumnos.
- Ayuda al perfeccionamiento del profesorado.

Reflexionar sistemática y colegiada mente sobre la práctica es imprescindible para comprenderla y mejorarla (Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, 1992). Es el diálogo profesional lo que permite enriquecer la acción. La evaluación se convierte así en un proceso de diálogo, comprensión y mejora.
 
De ahí la necesidad de realizar una evaluación que sea:
- Sistemática y no sólo ocasional.
- Rigurosa y no arbitraria.
- Canalizada y no dispersa.
- Conocida y no subrepticia.
- Colectiva y no sólo individual.
- Escrita y no sólo estamental.
- Libre y no impuesta.

La evaluación que proponemos nace de la iniciativa del Centro, se realiza por los mismos profesionales que ejercen la enseñanza y tiene por objeto comprender y mejorar la práctica educativa.

El Equipo Directivo ha de procurar que el rigor de la respuesta permita llegar a una comprensión profunda de la realidad. Sus miembros están especialmente amenazados de parcialidad al desempeñar un papel preponderante en el centro.

La consistencia de la respuesta tiene una secuencia que da garantía de rigor:
a) Recoger datos de formo precisa y prolongada.
b) Utilizar métodos adecuados.

Recoger datos de forma precisa exige, en este tipo de evaluación un uso de métodos que tenga en cuenta las siguientes exigencias:
- Usar diversidad de métodos de exploración.
- Usar métodos sensibles a la complejidad de los fenómenos evaluados.
- Usar métodos adaptados a las situaciones que se exploran.
- Usar los métodos de manera intensiva.
- Someter los datos a la interpretación y al análisis.
- Discutir los datos de forma abierta y colegiada.
- Poner por escrito la reflexión.
- Tomar decisiones racionales para mejorar la acción.
- Publicar para someter la reflexión a debate público.

Los métodos para la exploración
"La observación es un proceso cuya función primera e inmediata es recoger información sobre el objeto que se toma en consideración-o (Postic y de Ketele, 1992).
No se observa todo a la vez. Es necesario un principio organizador de la percepción, unos ejes de focalización y de estructuración de lo observado. "Observar es un proceso, situado más allá de la percepción, que no solamente hace conscientes las sensaciones sino que las organiza". (Postic y de Ketele. 1992).

En un Centro hay muchas situaciones, comportamientos y objetos que observar: — La
dinámico del aula: rituales de entrada, salida, colocación y agrupamiento, normas de intervención, relaciones interpersonales.

— La
movilidad en el espacio: espacios abiertos y cerrados por qué y para quién, itinerarios que se recorren y su relación con el poder, control de las jurisdicciones, flexibilidad y tamaño de las dependencias según criterios, flexibilidad de ocupación...
Configuración del espacio: distribución de los espacios y utilización jerárquica, calidad y tamaño de las dependencias según criterios, flexibilidad de ocupación...
La vida de los patios: relaciones interpersonales, criterios de agrupamiento, actividades organizadas...
Reuniones de diversa índole:
coordinación de las sesiones, tipos de intervenciones, comportamientos de los asistentes, relaciones entre los miembros...
Uso de los diferentes materiales y servicios: quién decide cómo se utiliza el teléfono, el fax, la fotocopiadora, qué tipo de acceso existe para el uso de los medios, al servicio de qué intereses se ponen, cómo se controla el uso.
Comportamiento en la sala de profesores: quiénes la usan y para qué la usan, cómo y dónde se sitúan las personas, qué conversaciones se mantienen, qué relaciones existen entre veteranos y noveles...
Cuanto más amplio sea el foco del análisis: si se observa a muchos será menor la presión sobre cada uno de los observados.
Cuanto más largo sea el tiempo: al comienzo se hace más patente la presencia del observador, qué se va a hacer con los datos, cómo se van a tratar, quién va tener los informes, será más fácil que actúe con normalidad.
Cuanto más clara sea la transparencia de los propósitos: si el observado sabe para qué se está observando, qué se va a hacer con los datos, cómo se van a tratar, quién va a tener los informes, será más fácil que actúe con normalidad.
Cuanto más participativa sea la persona observada: si sabe que va a tener parte en la interpretación, que puede manifestar su discrepancia acerca del resultado, la observación será favorable.

Pueden contemplar el funcionamiento del Centro diverso tipo de observadores. Las concreciones dependerán de las circunstancias de cada Centro:
a) Observador participante y conocido.
b) Observador participante y no conocido.
c) Observador no participante y conocido.
d) Observador no participante y no conocido.

Los observadores pueden ser:
- Profesores del Claustro.
- Alumnos a quienes se pide que hagan un registro.
- Padres que tengan interés, tiempo y preparación para colaborar en esta actividad.
- Colaboradores especializados en evaluación.
- Alumnos que estén haciendo alguna práctica.
- Profesores de otros Centros.
- Profesionales de CEPs.
- Orientador del Centro.

La observación no sólo consiste en mirar sino en buscar. No basta registrar con fidelidad lo que sucede (a través del registro manual de la fotografía, del case te o del vídeo), sino que es preciso interpretar los hechos y las situaciones desde el rigor de las explicaciones.

El registro de las observaciones se puede hacer de diversos modos:
- Registro manual.
- Grabaciones en casete y video.
- Toma de fotografías.

Estrategias para actuar en la evaluación interna
Se plantean aquí dos tipos de estrategias para realizar la evaluación: unas de carácter parcial (por el contenido, el tiempo, los evaluadores, los métodos...), otras de carácter más globalizador. Cada Centro puede optar (por motivos diversos) por unas o por otras. El Equipo Directivo, que conoce el contexto y a todos los protagonistas que se desenvuelven en él, puede proponer alguna de las siguientes iniciativas. No es el Equipo Directivo el que hace la evaluación sino el que la impulsa, la estimula, la coordina y la avala en su racionalidad y en su respeto a las personas.

— De
carácter parcial:
a) Dedicar monográficamente una sesión del Claustro de profesores para hacer el análisis de alguna parcela de funcionamiento del Centro.
b) Solicitar de los alumnos, por escrito, un informe sobre la marcha del Centro.
c) Nombrar una comisión para que realice algún estudio sobre la vida del Centro.
d) Realizar algunas preguntas a los padres sobre el funcionamiento del Centro.
e) Analizar de forma rigurosa alguna situación conflictiva del Centro.
f) Aplicar el mismo cuestionario a todos los estamentos para estudiar los contrastes de opinión.
g) Proponer a un Seminario, ciclo o Departamento que haga un informe sobre su actividad.
h) Proponer la realización de diarios, tanto a los profesores como a los alumnos.
i) Hacer un estudio de casos sobre alguno de los aspectos de la vida del Centro que tenga interés para los profesionales.
j) Evaluar una sesión del Consejo Escolar en su desarrollo completo.
k) Hacer un estudio de la utilización del espacio escolar.
I) Realizar lecturas sobre la valoración del funcionamiento de los Centros.
m) Filmar una sesión de evaluación, para su posterior análisis por el grupo de profesores implicados y por otros compañeros.
n) Obtener una serie de fotografías sobre el espacio escolar para su análisis.

- De
carácter global:
Para poner en marcha un proceso de estas características dado que es un proceso largo, laborioso y complejo que es una evaluación de carácter parcial, debemos contar con el apoyo mayoritario de los profesionales del centro.

Las fases que el Equipo Directivo en la evaluación global del Centro podría seguir serían (Santos Guerra, 1993):

- Negociación de la propuesta con el Claustro de profesores (por escrito, tratando la naturaleza, bases, métodos, implicaciones, duración y requisitos fundamentales de la evaluación).
- Negociación con el Consejo Escolar.
- Planificación de la evaluación.
- Exploración a través de diversos métodos.
- Elaboración del informe.
- Negociación del informe.
- Toma de decisiones.

La evaluación externa
La evaluación externa surge como necesidad de complementación ante la posible justificación que se puede buscar a partir de los resultados de la autoevaluación. Esto implica una postura positiva y abierta por parte del Centro; de lo contrario el desarrollo normal de la actividad se podría ver obstaculizado, afectado.

La iniciativa de la evaluación externa puede provenir:
- Del propio centro.
- De la Administración, del poder, de la Inspección (Orden Ministerial del 27 de septiembre de 1990). Dentro del Plan General de Actuación de un conjunto especifico de centros, programas, actividades, etc. De esta 
manera, la Administración adquiere conocimiento de: Aprovechamientos; optimización de los recursos; la relación entre recursos y resultados; funcionamiento del Sistema educativo, sus principales problemas y mejoras.

Así es probable que la evaluación se convierta para los miembros de esa Comunidad Educativa en un instrumento de control y en la justificación "técnica" de la toma de una decisión cuando más le convenga a la Administración. El evaluador será rechazado, ya que viene del lado (no postura, en el mejor de los casos y apelando a la objetividad) de la Administración/poder. Por ello, es muy importante garantizar la independencia de los evaluadores en todas las fases del proceso evaluativo.

Debemos recalcar la importancia y la necesidad que en esta tesitura, tiene la negociación, que debe hacer ver al Centro educativo el beneficio de la evaluación como una inversión propia.

Principales variables de la evaluación externa
- La participación en el proceso y con posterioridad a la evaluación. De esta manera eliminaremos sesgos por una (Centro) u otra parte (Administración).
- La fuerza del equipo evaluador, para poder negociar con la Administración/ poder y el Centro de una manera justa.
- Presentación clara y concreta de la técnica evaluadora, haciendo así más difícil el abuso de poder (por cualquiera de las partes).
- No diferenciar conocimiento científico de conocimiento vulgar, dando su importancia a cada tipo de conocimiento y para qué se utiliza.

Entendiendo el evaluador como el enlace entre el/los patrocinador/es y los participantes, este debe estar preparado para "aguantar" distintas presiones:

- Condicionamientos para que ofrezca información sesgada.
- La información facilitada por el evaluador se utiliza de forma partidista (las verdades a medias se convierten en mentiras). - Se pide información en momentos inoportunos.
- Se pretende guiar la evaluación para llegar sólo a los lugares a los que se desea. El Centro, dependiendo de qué tipo de informe quiera (conformista, comparado o real) deberá formar los equipos de evaluadores, bien con los equipos de "staff" en el primer caso (muy identificados con la filosofía del centro), bien con un equipo que garantice la competencia científica y la libertad de acción, en el último caso. Con los resultados, con el informe, no se debe permitir la manipulación y se debe fomentar debates riguroso que faciliten la toma de decisiones.


26 comentarios:

  1. La evaluación desde un punto de vista general es un medio para alcanzar la mejora continua, ahora bien refiriéndonos en materia educativa y para alcanzar lo antes mencionado se requiere una evaluación en donde los agentes que intervengan en ella asuman con firmeza la evaluación de los Centros.
    Los agentes que intervienen son tanto internos como externos el cual cada uno juega un papel importante en esta evaluación, en la interna se maneja una autoevaluación por parte de los propios actores de los centros y la externa es como un complemento para justificar los resultados de la autoevaluación.
    Se tiene la idea de que una evaluación en los centros es sólo para descalificar al mismo, siendo que resulta de gran utilidad para identificar problemas e iniciar estrategias para resolverlos.

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  2. Es cierto que cada centro educativo tiene sus propias problemáticas, logros, organización, espacios, recursos, estrategias, clima escolar y procesos de enseñanza y aprendizaje en donde tiene mucho que ver el contexto y la historia de cada centro.
    También es cierto que independientemente de las diferencias de cada una de ellos, todos pueden ser evaluados tanto por agentes externos como internos, aunque estoy de acuerdo que la evaluación debe nacer de la iniciativa del Centro y que tenga por objeto comprender y mejorar la práctica educativa y que los resultados que se obtengan no se manipulen, que se analicen de manera rigurosa de tal manera que faciliten la toma de decisiones.

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  4. Para muchos agentes educativos, es un hecho innegable que la evaluación de los centros debe ser un proceso inherente a la educación, e imprescindible para el logro de sus objetivos. Lo anterior es factible sólo si existe un compromiso para que la institución educativa preste un servicio efectivo, holístico, integrador y de calidad; de manera que cumpla el cometido que la sociedad le ha confiado. A fin de llevar a cabo procesos de evaluación en los centros educativos, situación que pareciera estar en boga, se requieren; desde mi punto de vista, dos factores imprescindibles: un cambio en la mentalidad por parte de los colectivos que conforman las instituciones, así como conocimientos técnicos que permitan planificar y dinamizar la evaluación.

    Para ello, el texto de Ruíz que da pie al presente comentario, es un excelente instrumento que potencia una catarsis sobre la manera como muchos profesionales perciben la evaluación. Además, es una excelente guía para todos aquellos docentes que se impacientan y por ende no aguardan a que sean sus directivos quienes diseñen e implementen acciones de evaluación que promuevan la mejora del centro educativo y de los aprendizajes que en él se construyen. Este texto ilustra a todo docente que tiene la inquietud de iniciar un trayecto con rumbo a la calidad utilizando para dicho propósito las herramientas que provee la evaluación interna reflexiva.

    Quiero agregar, que pese a las críticas, los antagonistas y detractores de la evaluación en la coordinación de inglés en primarias del Institutito de Educación de Aguascalientes, se ha utilizado la evaluación interna y varias de las estrategias mencionadas por el autor desde hace ya varios años. Considero que este sistema ha dado buenos resultados, puesto que se ha podido ver el avance y crecimiento profesional de muchos docentes de la materia de inglés, que a pesar de no contar con una formación docente o con un perfil relacionado al pedagógico, pudieron desarrollar herramientas que los ayudaron a convertirse en docentes efectivos cuyos alumnos logran importantes niveles de aprendizaje. Aunque para ello es factor decisivo la actitud, disposición y esfuerzo de los maestros; entre otros factores.

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  5. Para hacer evaluación se requiere de seguir todo un proceso y en muchas de las ocasiones nos quedamos a medias ya sea en el ámbito personal como en el profesional. A veces sólo observamos, pero ya no actuamos; en otras, observamos, tomamos decisiones, pero no se da la retroalimentación. De la misma manera esta situación se observa en los centros escolares.

    Por múltiples razones no concluimos los procesos de evaluación interna de los centros escolares. Santos Guerra ya ha mencionado algunas de las causas que provocan nuestra apatía hacia la evaluación, como son la jerarquía o poder, la territorialidad y el sentimiento de que se invade la privacidad. Por estas razones nos cerramos a querer ser evaluados o a evaluar a nuestros colegas y esto no permite que se dé la mejora educativa.

    Considero que es necesario cambiar nuestros paradigmas y considerar a la evaluación como un aliado más que un enemigo. Es difícil aceptar las críticas de los demás pero debemos de ser analíticos y tomar lo bueno de cada comentario, todo con el propósito de mejorar nuestra práctica educativa. Es relevante tomar en cuenta las opiniones de los colegas y compañeros de trabajo puesto que ellos pueden ver cosas o vicios que nosotros ya no distinguimos por tenerlos tan internalizados. En el momento en que alguien observa mi desempeño, me brinda la oportunidad de crecer no sólo profesionalmente sino también personalmente, puesto que ponemos en práctica valores como la tolerancia, el respeto, la gratitud, entre otros.

    Para evaluar un centro no basta con darse cuenta que hay debilidades sino que es necesario desarrollar estrategias y actividades para mejorarlas. Al momento de recolectar información debe tomarse en cuenta el contexto del centro, el proyecto educativo, la organización, los recursos, la comunidad, y los docentes, con el fin de detectar fortalezas y áreas de oportunidad. Ya que se tiene la información es necesario plasmar los hallazgos y con base en éstos tomar decisiones y desarrollar un plan de acción, ejecutarlo y esperar resultados.

    Para evaluar resultados es necesario contar con una evaluación externa, puesto que ésta complementa a la evaluación interna. Durante este proceso se debe de propiciar la participación tanto de los agentes externos como de los internos, ya que se debe justificar el porqué de los resultados y el porqué de las críticas y sugerencias.

    Es así como se concluye que la evaluación de un centro es una necesidad; necesidad que atañe a todo los agentes educativos tanto internos como externos. La evaluación es un derecho que debe de ser ejercido por todos y cada uno de los docentes, directivos, supervisores, autoridades educativas, alumnos, padres familiar, etc.

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  6. Una evaluación a la institución debe ser totalmente contextual e interna para encontrar lo que en ella ocurre, los propósitos que se persiguen y los que se logran. Es indudable que para que la evaluación del centro sea auténtica debe contar con la participación de cada elemento de la comunidad escolar, pero una participación informada, comprometida y propositiva, en la que se identifiquen las principales limitantes del lugar para que la educación que en ella se ofrece sea de calidad.

    En nuestra sociedad la participación en la evaluación es percibida como una actividad somera e insustancial, el hecho de tener que reconocer las propias limitaciones y ser objeto de debate en colectivo, frena su pretensión a formar parte de ella. Nos es más cómodo hacer crítica del otro o de los otros factores que convergen en las problemáticas escolares: con valentía reprobamos las acciones del cuerpo directivo, juzgamos su “capacidad”, disfrutamos comentar la falta de liderazgo y del conocimiento de su cargo, censuramos la falta de cooperación y compromiso del equipo docente, la inequidad de los recursos con los que se cuentan, la insensatez de la comunidad educativa al no servir a nuestra institución en lo que se les pide; pero pronunciar nuestro egoísmo, indisciplina, inconsistencia como profesionista, es intolerable.

    Es el director, quien tiene gran responsabilidad en la creación de un equipo de trabajo eficaz y eficiente, quien mediante el diálogo, apoyo y el encuentro debe volver auténtica la evaluación. Cada evaluado, debe participar en la planificación de la misma, diseñar estrategias, determinar tiempos y técnicas, pero sobre todo debe comprender la finalidad y utilizar los resultados de manera correcta.

    La evaluación externa, complementa a la interna, está en función de ésta. No evidencia, sitúa.

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  7. La evaluación puede ser tanto interna como externa; el primer tipo de evaluación permite hacer un ejercicio de auto reflexión y análisis, por lo que se debe considerar como un proceso necesario, a través del cual se puede analizar lo que se hace, cómo se hace, si se están cumpliendo los objetivos y qué se puede mejorar; permite aprender de lo que se está haciendo, ayuda en la toma de decisiones colectivas, además de proporcionar coherencia y cohesión al colectivo.
    Por su parte, la evaluación externa, ofrece la posibilidad de complementar la información y los resultados que se tienen con la autoevaluación, además de contar con la ventaja de la “independencia” que proporciona el no formar parte del centro de trabajo y la objetividad que puede proporcionar el ser un “observador” de los procesos, acciones y resultados desde “fuera” de la institución.
    La evaluación debe realizarse de forma sistematizada y congruente, se debe establecer con claridad lo que se pretende evaluar, involucrar a todos los miembros de la institución, analizar los resultados y darlos a conocer, lo que permitirá que dicha evaluación se convierta en un verdadero proceso de diálogo, comprensión y mejora, cuya finalidad debe ser la perfección de la práctica educativa.
    Si bien, como se señala en el texto de Ruiz (2004), las evaluaciones se centran en los alumnos, también podrían realizarse diferentes evaluaciones, considerando los cinco aspectos: El proyecto educativo, la organización, el clima escolar, los recursos y la comunidad educativa, considerando además el contexto, ya que de ello depende una verdadera evaluación de un Centro Educativo.
    En base a lo mencionado, considero que los resultados de las evaluaciones que se realizan en los centros escolares, deben proporcionar información y elementos necesarios para la elaboración del Plan Estratégico de Transformación Escolar (PETE) y el Programa Anual de Trabajo (PAT) de cada institución, lo que contribuiría que la planeación y las acciones que se desprendieran de la misma, se encontraran perfectamente alineadas para atender las áreas críticas y las de oportunidad de mejora, permitiendo definir lo que se pretende lograr y cómo se va a realizar, lo que facilitaría cumplir con el objetivo primordial de lograr la mejora educativa.

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  8. LA EVALUACIÓN DE LOS CENTROS EDUCATIVOS
    La evaluación que se lleva a cabo en las instituciones educativas tiene que ser complementaria: partir del mismo centro y de la intervención de agentes externos.
    La evaluación interna es total se refiere a aspectos concretos y tiene en cuenta la complejidad del centro. Hace énfasis en el contexto y otras importantes variables que intervienen para determinar la calidad educativa.
    La evaluación externa surge como una necesidad de complemento, implica una postura abierta y positiva del centro. El evaluador externo es un enlace entre quienes patrocinan la evaluación y los participantes de la misma.
    Puede surgir un problema si los informes que son dados a conocer sobre los resultados de la evaluación se manipulan, ya que en su mayoría se utilizan tendenciosamente.
    Los dos tipos de evaluación requieren disposición, apertura y disposición para que se potencie su eficacia. Deben estar encaminadas a mejorar procesos o reorganizar tareas que conllevan a elevar la calidad educativa.

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  9. De la evaluación de centros se pueden obtener varios aspectos que pueden ayudar a la institución ya que promueve la participación de todos los componentes de la misma, anima al diálogo, invita al uso de diversos instrumentos de evaluación lo cual permite hacer un comparativo no sólo de un centro y otro sino de los procesos de enseñanza y aprendizaje, y además la experiencia puede servir a otras instituciones educativas.
    Es importante que en esta evaluación de centros intervengan tanto los agentes internos (autoevaluación de maestros y escuela) como los externos (por parte del propio centro, o por parte de la administración). Ambas se deber realizar de manera sistemática, rigurosa, canalizada, colectiva, escrita y libre.

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  10. Un centro escolar su principal tarea es orientar a los educandos, para cumplir con los estándares de calidad, se deberá de evaluar exhaustivamente el centro de trabajo con el fin de reconocer y mejorar las aéreas destacadas. Sin embargo cuando se quiere hablar de evaluación se tendrá que ser muy preciso y saber que se va a evaluar y el contexto y necesidades de cada institución para saber que queremos conocer del mismo.
    Ahora bien una evaluación es un proceso para conocer las fortalezas y debilidades del centro escolar en donde se está laborando y que a partir de ahí proponer objetivos que nos ayude a mejorar nuestros estándares de calidad. Para esto será fundamental reconocer si se están cumpliendo los propósitos que se han encomendado o fueron propuestos con la ayuda de la misma evaluación.
    Sin embargo refiriéndonos a la autoevaluación como se menciona en la lectura para que tenga existo, se tendrán que implementar estrategias y culturalizar al personal de la institución para que conozcan la importancia de esta evaluación pues muchas veces la resistencia por el simple hecho de evaluar su trabajo no se acepta por parte del maestro, y que simplemente estas etiquetas que se tienen de la evaluación se tendrán que ir erradicando con el fin de reconocer las áreas de oportunidad del centro escolar.
    La evaluación no deberá de ser un proceso solo si hay tiempo, ya que esta ayuda a determinar nuevos objetivos. La evaluación externa será necesaria para corroborar lo que ya se ha hecho en la autoevaluación y o evaluación interna anteriormente.

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  11. La evaluación que se da en los centros educativos es un proceso innegable en el cual se priorizan resultados, los cuales muchas veces no aportan significado a la realidad del contexto escolar. La evaluación se da de manera interna y externa; la primera debe priorizar en el contexto, características de la población escolar así como la reflexión de cómo llevamos la practica educativa y la externa se conforma de agentes educativos ajenos a la institución que aterrizan con pruebas estandarizadas las cuales dan información sobre los resultados de lo que se hizo durante el ciclo escolar. Sin embargo cualquier tipo de evaluación requiere de la constancia y superación del maestro.

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  12. Enseñar, aprender y evaluar son tres procesos inseparables que deben ser coherentes en su forma de desarrollo, de lo contrario, producen efectos contradictorios en la formación del alumnado.

    La función de los centros es dotar a los alumnos de las competencias que se establecen en un programa, lo que requiere de una evaluación exhaustiva para la mejora continua, es decir, es necesario que se lleve a cabo una evaluación que permita recabar información que nos ayude a conocer como se están alcanzando los propósitos establecidos.

    Un error muy común en los centros educativos es la de evaluar solo a los alumnos, si bien su aprendizaje se puede tomar como el producto fina, sería muy tarde esperar a ese momento para realizar la evaluación, puesto que ya no podríamos hacer nada al respecto, así mismo, al ignorar el resto de los factores que intervienen en el proceso nos privará de conocer en donde puede estar la falla o situación a mejorar.

    La evaluación interna, es un proceso de autoevaluación, en la que los propios participantes del proceso educativo realizar un análisis de su práctica y alcance de resultados, pero es necesario que esta evaluación cumpla con ciertas características, como: tomar en cuenta el contexto, ser objetiva, participativa, etc. al mismo tiempo que tome en cuenta los problemas que pueden enfrentar, tal como: llegar solo a la justificación, individualismo, resistencia, falta de tiempo, entre otros.

    Además de la evaluación interna es necesario que se complemente con la externa, para evitar caer en la mera justificación, y aceptar esta evaluación con una postura positiva de crecimiento.

    Actualmente varios centros escolares reciben la evaluación externa por parte de un grupo organizado por el IEA, quienes realizan visitas durante el desarrollo del ciclo escolar, que proporcionan una mirada desde otro enfoque. No veamos esta situación con miedo, como una invasión, mejor, rescatemos lo que puede hacer que mejore el proceso de enseñanza y aprendizaje.


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  14. Hablar de evaluación de los centros esolares engloba varios factores tales como el contexto, los procesos, la participación, la contrastación y compresión de resultados, etc. es por ello que se dan dos tipos de evaluación la intera y externa.
    La autoevaluación puede ser de algo en especifico o de mnera global algunos de los aspectos que entorpece esta labor son: falta de tiempo, escasa motivación, ocultar los problemas. ésta proviene del mismo centro. Mientras que la evaluación externa como complemento de la misma autoevaluación. El evaluador externo no siempre será aceptado pues se considera que está de parte de la autoridad.

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  15. La evaluación es sin duda indispensable en la educación por ende en los centros educativos también y todos los procesos y personas que lo conforman. Considero que cualquier evaluación debe ser “flexible” en cuanto a los estándares establecidos en el sentido que cada institución vive su propia realidad de acuerda a las condiciones y contexto en que ésta se encuentra. Como menciona la lectura la evaluación se sugiere que sea de manera interna y externa y como menciona Simons que los maestros son capaces y están preparados para autoevaluarse; sin embargo, son contados los que realmente realizan dicho proceso. Existen muchos obstáculos que dificultan el proceso de autoevaluación como lo son el tiempo, ética, conocimiento del proceso evaluativo, falta de objetividad, pensar en uno mismo y no en el colectivo, falta de profesionalismo etc. Considero la autoevaluación como una herramienta muy valiosa siempre y cuando seamos objetivos y justos con nosotros mismos como profesionistas y como parte del centro educativo. Llevar a cabo la autoevaluación como centro educativo no es tarea fácil puesto que se involucran muchísimos factores que se incluyen en las cinco variables sugeridas en la lectura. Desde mi punto de vista el obstáculo más grande al que nos enfrentamos es el que vemos la evaluación como una amenaza, mientras no podamos cambiar la actitud negativa hacía la evaluación seguiremos estancados en una mentalidad pobre que no nos dejará ver más allá del cerro del muerto.

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  16. Es bien sabido que la evaluación es un proceso sistemático con un grupo de acciones que nos ayudan a emitir juicios, recolectar información y también, reorientar. De esta manera, nos enfocamos en la evaluación de un centro con un propósito en común, la mejora educativa. Debido a que intervienen agentes internos y externos, se nutre con la intervención de diferentes instituciones y propuestas que encaminan a un funcionamiento adecuado. Además se utilizan varios métodos, estrategias, valoraciones, etc. para no sólo simplificar la labor, sino aportar en la calidad de los procesos ya que cada centro representa un contexto único. Por consiguiente, se requiere de variables como el ambiente, proyecto educativo, la organización, el medio, recursos, la comunidad educativa y el papel central del profesorado.

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  17. Me parece importante resaltar en la evaluación de procesos tanto a nivel externo como a nivel interno. Los resultados son muy útiles tanto positivos o negativos siempre y cuando cualifiquemos dicha evidencia, jajajaja eso es lo legal... y lo legaloide??

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  18. Todo centro centro educativo que está comprometido con su misión es responsable de realizar una evaluación por convicción y no por obligación ya que ésta tiene como objeto: "comprender y mejorar la práctica educativa".(Ruíz J.M. 2004)La evaluación interna nace de la iniciativa del centro realizada por los docentes, La evaluación interna surge como una necesidad de complementación de la evaluación interna.
    La auto evaluación de una institución exige en los docentes y directivo un trabajo colaborativo, que se reflexione sistemáticamente, el dialogo profesional entre todos nos permite enriquecer esta acción.
    Generalmente en los centros escolares cada docente se remite a evaluar su grupo de forma individual, sin embargo para una calidad educativa requiere tomar en cuenta las variables que aquí se mencionan para poder hacer cambios de mejora, tales son contexto, proyecto educativo, la organización, el clima escolar, recursos y la comunidad educativa.

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  19. La evaluación es un proceso de vital importancia para toda institución, pues ella refleja el actuar de los individuos implicados en la educación, aunque en algunas ocasiones únicamente refleja el seguimiento que se ha dado al plan de estudios.
    La evaluación de centros alude a diversidad de contextos, a no quedarse únicamente en números, a fomentar el diálogo y la investigación entre otras, todo esto es muy importante para una propuesta evaluativa real, pues se apega a lo que nos aqueja o nos apremia día a día; la evaluación puede ser de dos naturalezas, la interna y la externa.
    Evaluación interna: que a mi juicio es la más IMPORTANTE, surge a raíz de la necesidad de conocer “cómo estamos”, pero difiero un poco al autor, propuesto que en el contexto donde me desenvuelvo no surge de una pregunta, sino de una solicitud por parte del supervisor o cualquier otra autoridad y por ende el resultado siempre tiende a ser “justificable”, no llegando así a una crítica constructiva.
    Me es muy interesante el conocer que la evaluación de los centros educativos se puede englobar en el proyecto educativo, la organización, el clima escolar, los medios o la organización, el clima escolar, los medios o recursos y la comunidad educativa, pudiendo trastocar casi cualquier arista, pero analizando lo que se realiza durante la práctica diaria se puede mencionar que en la mayoría de las evaluaciones nos centramos únicamente en el “proyecto educativo”, su aplicación y funcionalidad, dejando muy de lado los aspectos humanos en las valoraciones a los medios.
    El director ha de asumir una postura de reflexión en conjunto con el personal. La evaluación debe ser parte de mi acción, la evaluación interna sirve para ayudarnos a reconocer lo que hacemos, nos ayuda a tomar las mejores decisiones y por ende nos impulsa hacia el perfeccionamiento comprende y mejorar la práctica educativa.
    La evaluación interna implica en variadas ocasiones la observación, que es un procedimiento que no puede analizar todo a la vez, pueden ser observadores una gran variedad de actores, la finalidad es interpretar los hechos y las situaciones desde el rigor de las explicaciones.
    La evaluación no la hace el equipo directivo, solo la impulsa, la estimula, la coordina y la avala, situación que tampoco es real en la mayoría de los centros educativos, pues si bien la impulsan, también es necesario mencionar que son ellos quienes la diseñan, no contando pues con un agente externo que sea ajeno a ambas partes y que pudiese dar un resultado objetivo.
    La evaluación externa tiene su origen en la necesidad de complementar lo descubierto durante la interna, o bien en las decisiones de superiores, y yo la pasaría a SEGUNDO PLANO, además es importante mencionar que la evaluación de este tipo corre el riesgo de convertirse en un instrumento usado para sus intereses, en general es así, es enfocada a clasificarnos como buenos o malos, nos da resultados en general sin tomar a consideración las características específicas de cada centro, debemos de aprender a ver la evaluación como una inversión y no como una amenaza.

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  20. sorrry, comenté demasiado... jajaja pero en pocas palabras puedo mencionar que la evaluación externa debería depender del resultado de la evaluación interna... y que es necesaria para mejorar :D

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  21. La evaluación interna no debe verse como una amenaza, es una exigencia de la propia actividad educativa, pues permite la reflexión, coordinación, diálogo, la toma decisiones, el trabajo colaborativo y la mejora continua.
    La evaluación externa como ya sabemos, complementa a la interna. Ambas están encaminadas a la mejora continua y para lograrlo se requiere disposición, apertura, responsabilidad y compromiso.

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  22. La evaluación de los centros educativos es un tema que se hace presente en nuestros días, pero si hablamos de la mera “evaluación” se puede decir que es una herramienta que permite conocer los alcances y deficiencias de un objetivo en específico.
    Existen dos tipos de evaluación, la evaluación interna y la evaluación externa, siendo la primera la que debemos como docentes practicar día a día para conocer las limitantes y los éxitos que se tienen dentro del aula, pero que en ocasiones es el tipo de evaluación menos llevada a cabo pues olvidamos que los maestros y la escuela son siempre autoevaluables.
    Me pareció de gran relevancia lo que el autor nos plantea respecto a la evaluación vista como un instrumento que se les aplica solo a los alumnos y creer que el éxito o fracaso deriva de la evaluación que se les hace a los estudiantes, atribuyendo ese éxito o fracaso al sistema educativo, al trabajo del maestro o hasta a la influencia que los compañeros llegan a tener sobre otros.
    La evaluación interna es importante pues nos permite reflexionar sobre lo que se hace al interior del centro escolar, permite corregir errores, permite aprender cosas nuevas, entre otras.
    Ahora bien, la evaluación externa nace para complementar la evaluación interna pues es necesario justificar los resultados que arroja la autoevaluación.
    Por lo anterior, debemos ver a la evaluación como un recurso que nos permitirá mejorar nuestro quehacer docente, no solo aplicar esta herramienta a los alumnos, sino que debemos organizar nuestro tiempo y detenernos a evaluar nuestro trabajo para tomar decisiones a favor del logro de la calidad educativa.

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  23. La evaluación en general ha tomado giros insospechados, hace algunos ayeres era inconcebible que se pudiera evaluara los docentes pues eran éstos los encargados de emitir un juicio valorativo a los alumnos. Ahora no sólo son los alumnos los evaluados, sino los maestros y más aún los centros escolares.
    Docentes y alumnos son evaluados y son evaluadores, en este sentido cobra relevancia la evaluación interna de los centros pues es de dentro hacia fuera de la manera en que se realiza, resultando un compromiso partir de las problemáticas que diagnósticamente persiguen metas acordes y viables que permitan la validación de acciones con fines de mejora y superación.
    La evaluación externa se torna indispensable pues como reza el dicho "al ojo del amo engorda el caballo" y si se pretende elaborar juicios sobre los logros y aprendizajes de los alumnos con fines de mejora, asumir compromisos comunes y encaminarse hacia las metas y objetivos, se requiere la intervención de agentes externos, con parámetros, propuestas, medios e instrumentos que coadyuven a transitar hacia la mejora.
    Nunca habrá satisfacción en los resultados porque no estamos habituados a recibir críticas por muy constructivas que éstas sean, sin embargo en esta era de la rendición de cuentas y transparencia, habremos de adoptarlas en aras de la calidad de procesos y resultados del quehacer educativo.

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  24. La evaluación en los centros educativos es una herramienta que nos ayuda a obtener resultados para lograr un objetivo o la mejora continua. La evaluación interna se refiere a la evaluación del proceso y la evaluación externa tiene relación el con proceso final del contexto educativo, es decir, sirve de base para la toma decisiones tendientes a juzgar los logros no sólo del final de cada etapa del proyecto.

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  25. La evaluacion nace de la necesidad de la mejora continua de los centros educativos asi como la actualizacion e innovacion de los mismo, esto implica la intervencion de todos los actores que intervien en los centros requiriendo de un lider que motive y reconozca a su personal de sus alcances como los avances dentro de la institucion. es importante reconocer que se tienen agentes externos en las evaluaciones y que estos a su ves nos informe las debilidades y fortalezas que se tiene, para buscar la mejora de potencializar las fortalezas y reducir las debilidades.

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  26. La evaluación debe ser vista como una herramienta de mejora lo que no se evalúa no se puede medir y por lo tanto no se puede mejorar, tanto la evaluación interna como la externa son dos herramientas de mejora que debe de ser entendidas con herramientas de apoyo y además se debe evaluar los métodos de evaluación y mejorarlos.

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