La evaluación genéricamente considerada ha resultado siempre una cuestión problemática, mal aceptada por los afectados y,quiza errónea, por sus agentes lo que ha llevado a que este término se identifique casi exclusivamente con detección de errores, defectos o aspectos mal llevados a cabo y se asocia a sanción o clasificación ya sea de los individuos, instituciones o programa
Considero firmemente que la evaluación en las instituciones educativas en sus tres niveles de concreción es una necesidad imperante; ya que únicamente la práctica constante, sistémica y sistematizada de la misma dará pie a que dichas organizaciones cumplan de manera eficaz con su función educadora; y al mismo tiempo, rindan frutos positivos en pro de la sociedad que les confía tan delicada y ardua labor. Cabe señalar que a priori, existe una tarea aún más laboriosa a realizar. Nos referimos al hecho de concientizar a todos los agentes educativos acerca de la importancia y de los beneficios del proceso evaluativo. En este sentido, la intención es que no importando el tipo de evaluación bien sea ésta de tipo interno, externo o una integración de ambos; esta herramienta pueda ser concebida como el instrumento que nos permitirá observar la compleja realidad educativa dando pormenores de las debilidades y fortalezas que indudablemente se vinculan con el cotidiano quehacer docente a fin de reorientar el curso de éste. No obstante, es deplorable que, por razones de cultura e idiosincrasia profesional, el proceso en cuestión aún es percibido mayormente como una amenaza que pone en peligro la autonomía y el remanso que goza el cotidiano trabajo dentro de las organizaciones encargadas de la formación de los niños y los jóvenes en México. Por lo anterior, considero que es en esta cuestión donde hay que sumar esfuerzos y establecer estrategias para poder modificar la percepción que muchos profesionales de la educación hoy en día tienen sobre la evaluación, eliminando así la paradoja de pretender formar personas competentes cerrando las puertas a elementos esenciales e inherentes al proceso evaluador tales como: la crítica constructiva, la reflexión, la retroalimentación y por supuesto la mejora.
ResponderEliminarmaestra no puedo subir mi comentario
ResponderEliminarDefinitivamente al hablar de educación forzosamente tendremos que hablar de evaluación, la cual juega un papel de suma importancia para la transformación de las instituciones así como las personas que intervienen y son parte del proceso educativo. Hoy en día se le ha dado más importancia a la evaluación puesto que ésta nos da una radiografía de los objetivos que se han alcanzado así como aquellos que aún están en proceso de lograrse. Es claro que anteriormente sólo se evaluaba a los alumnos y eso era suficiente para determinar si una institución promovía una educación de calidad. En el presente; sin embargo, se pretende tomar en cuenta a todos los actores que están relacionados con la educación, prueba de ello son las visitas de acompañamiento que se han estado realizando en los últimos meses por parte del IEA. Como es bien sabido el objetivo de una evaluación debería ser detectar aciertos y errores para que estos últimos sean corregidos. Desafortunadamente existen las patologías de la evaluación las cuales entorpecen y le quitan objetividad y validez a la misma. Me gustaría terminar mi comentario diciendo que la evaluación es sin duda el proceso más complejo de la educación y sin ella no tendríamos una brújula que orientara nuestro quehacer como profesionales de la educación.
ResponderEliminarLa evaluación tiene gran importancia en el ámbito educativo, porque administradores, educadores, padres, alumnos y sociedad, se han concientizado de la importancia de la relevancia de evaluar o de ser evaluado. Para alcanzar calidad educativa se debe aprovechar los recursos, tiempo y esfuerzos.
ResponderEliminarLos constantes cambios en la sociedad han provocado que cada vez se exija más calidad no únicamente en lo educativo sino en todas las áreas de la sociedad tan demandante, que cada vez pide se cubran sus necesidades.
Es aquí en donde la evaluación cobra gran importancia en el ámbito educativo, pues en nuestro país se puede decir que si bien, no tenemos el apoyo necesario para elevar los porcentajes requeridos en estándares internacionales, los que estamos inmersos en el sistema educativo (administradores, educadores, padres, alumnos y sociedad) debemos conocer, investigar, aplicar, definir y proponer estrategias de evaluación que nos ayuden a fortalecer la calidad de la educación desde el rol o estatus en que me desempeño.
El texto aborda un tema muy sensible, sobre todo en los últimos días, en los que la evaluación docente ha sido un punto de discusión y análisis. Si bien, Santos Guerra hace un planteamiento muy claro sobre los diferentes tipos de evaluación, según quién las aplica: internas, externas y mixtas, también señala la forma cómo se aplica, el análisis de los resultados y el uso de los mismos; así como la forma en que las evaluaciones pueden ser fácilmente descalificadas o cómo puede ser validadas tomando en consideración diversos factores que le dan sustento y fortalezcan las evaluaciones que se realice.
ResponderEliminarUn aspecto que me hizo reflexionar, es sobre el tipo de evaluación que más se utiliza en nuestro Sistema Educativo, que es la sumativa y la final, por lo que en la mayoría de las aulas, las evaluaciones sólo se utilizan para determinar “cuánto” aprendió el alumno y “qué” calificación merece, sin embargo se dejan de lado muchos factores y rasgos que deben ser considerados dentro de una evaluación.
Si analizamos, a los alumnos se les somete a un sin número de evaluaciones: Diagnósticas, Bimestrales, Enlace, Aprovechamiento Escolar, Olimpiada del Conocimiento, Excale, Competencia lectora…. ¡de sólo mencionarlas ya me abrumé!
Siempre me he preguntado ¿y después de las evaluaciones? ¿Qué pasa con los resultados? ¿Se realiza un análisis de los mismos? ¿Cuál es el uso que se le da a los resultados?
Quisiera pensar los docentes analizan los resultados de cada uno de los alumnos, que con base en ellos diseña estrategias y se emprenden acciones pedagógicas y didácticas que le permitan fortalecer las áreas o asignaturas en las que los alumnos requieren mayor apoyo, a fin de garantizar que cada uno de los estudiantes desarrolle las capacidades, habilidades y conocimientos que se supone debe adquirir en un grado o nivel determinado.
Pero creo que desafortunadamente la gran mayoría de los docentes no lo hace, ya que los resultados de las evaluaciones se han utilizado sólo para asignar un “valor” o “calificar” los resultados académicos de los alumnos, ya que a pesar de que se supone que se está trabajando por competencias, a los alumnos se les sigue evaluando de una forma tradicional, a través de un examen; en muchos de los casos, es el único factor considerado, dejando de lado toda la parte procedimental, las actitudes, actividades extra clase, proyectos, etc.
Ahora hablando de la evaluación docente, ésta se ha concretado al factor de Preparación Profesional (que sólo se aplica a quienes están inscritos en el programa de Carera Magisterial) y la Evaluación Universal, que dicho sea de paso, no tuvo la asistencia de docentes que se esperaba, sigue de manifiesto el rechazo del docente a ser evaluado.
Las evaluaciones deberían de ser un instrumento que permita a los docentes y autoridades educativas, orientar las acciones y políticas educativas que permitan mejorar lo que se está haciendo y por consiguiente mejorar la calidad de la educación.
Es muy significativo recalcar el mensaje de que vivimos en un mundo cambiante; por lo tanto, la transformación implica una pedagogía innovadora y un paradigma de colegialidad con un enfoque viable. Después de haber analizado el texto de Santos Guerra, pude reflexionar en la importancia de la evaluación institucional basada en autores como: Casanova, Simons, Torres Santomé, entre otros. Aprendí que ésta es una exigencia y necesidad ya que la evaluación es la garantía de la calidad porque los logros académicos no son el único indicador de eficacia y eficiencia. De esta manera, se necesita implementar estrategias de acción y cambio en las escuelas. También aprendí que existen tres caminos hacia la evaluación del centro, los cuales son un sendero descendente, otro ascendente y un sendero en espiral. Además de valores y efectos benefactores, es indispensable enfocarnos en el perfeccionamiento de los profesores con la finalidad de conoceer el alcance educativo de dicha acción.
ResponderEliminarLa importancia de la evaluación es fundamental en el ámbito educativo, pues de ella dependen las mejoras y avances que se puedan tener el sistema. Existen diversos tipos de evaluación,y los conocemos, sabemos de ellos, pero lamentablemente no se les da un uso adecuado. Debemos concientizarnos en ver a la evaluación como un instrumento, que puede ser un punto de partida para replantear y buscar la mejora en todos los aspectos de la educación. La evaluación implica una oportunidad para mejorar y elevar la calidad en el sistema educativo.
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